A veces desearía volar, emprender el vuelo hacia un lugar en el que nadie pudiera encontrarme, y donde yo tampoco pudiera encontrar a nadie; son pensamientos que suelen pasar por mi cabeza, entre otros, como por ejemplo, siempre he querido tener un cactus –ya sé que es estúpido, y que lo podría comprar, pero nunca lo he hecho-, al igual de que siempre he querido hacer puenting y paracaidismo, y saltar desde un acantilado con el mar abajo, aunque aquí no haya riscos para saltar así-; pero todo esto, viniendo de una que tiene vértigo, es muy
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