jueves, 1 de septiembre de 2011

Sueña que sueña la estrella, siempre en estado de espera.

Vuelve a coger la botella, pasa las noches en vela. Cinco días, seis, siete, ocho, nueve días. ¿Que qué pasa en esos días? Nada, son simples números que me han pasado por la cabeza, si pasará o no algo ya no lo sé.
Sus soldados son flores de madera; su ejército no tiene bandera, solo un corazón.

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