domingo, 6 de noviembre de 2011

Operaciones, relaciones, complicaciones. Radiografías del alma de pacientes y médicos. Sin concesiones. Sin anestesia. A corazón abierto. Porque todo aquí está impregnado de realidad. Pero como en la vida, también hay tiempo para reír y para amar, amar y mucho. Es la medicina de la vida.

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