miércoles, 6 de junio de 2012

-

Lloro, por ti, por mí, por ese “nosotros” que no existe. Lloro por ella, la mejor persona que he podido conocer. Lloro por cada una de sus sonrisas, por cada una de sus lágrimas. Lloro por las clases sin hacer nada y hablando de tonterías. Lloro por ella, porque algo me dice que no la volveré a ver. Lloro por toda esa gente que he tenido el placer de conocer. Lloro por esa a la que conocía y ya no conozco. Lloro porque jamás había disfrutado tanto yendo a clase. Lloro por esas caras de sueño, esas ojeras bien marcadas. Lloro por esas noches hablando con ellas hasta el amanecer. Lloro por las clases de alemán tomadas a risa. Lloro por esos viernes de cervezas, por la tradición. Lloro por el 24 de septiembre, noche que jamás olvidaré. Lloro, también, por el 29 de abril, aunque me cueste admitirlo. Lloro por mi nueva familia. Lloro por mi vieja familia, ya no merecemos dicho nombre. Lloro por él, que ya no se siente parte de esto. Lloro porque temo que me olvide. Lloro por ella, porque creo en sus palabras, pero no solucionan nada. Lloro por ti, imbécil. Lloro por todas esas cosas que he tenido oportunidad de hacer y no he hecho. Lloro por todas las cosas que me quedan por hacer. Lloro porque me queda mucho por vivir. Lloro por esos cigarros a ritmo de When the sun comes down. Lloro por las cinco de la mañana, tú y yo y un vaso de sangría. Lloro por sus 15 años, y a la vez sus 30. Lloro por esos piques tontos que luego se arreglan como si nada. Lloro por tu cobardía, porque no sé qué creerme. Lloro por todas esas fantasías que no llegarán a cumplirse. Lloro por las que sí se cumplirán. Lloro por las 00.41, por otra noche más sin dormir y por esa forma de vida, 41. Lloro por las 00.42, por esta sonrisa en los labios y estas lágrimas corriendo por mis mejillas. Lloro, y llorar no siempre es sinónimo de algo malo.

1 comentario:

  1. No és necessari plorar per eixir a menjar-se el món. Menjar-se el món de veritat.

    ResponderEliminar