Quedan 6 días. 6 proyectos. 6 exámenes que decidirán si
tendré o no un verano en condiciones. Dentro de seis días podremos fumarnos la
ciudad y arrasar con todo a nuestro paso.
Lo único que no va a cambiar será lo de dormir por las mañanas y pasarme
las noche en vela, al igual que los cafés a media tarde.
Yo, por mi parte, me quedo con salir de clase con la cara
pintada a lo gato, los cortes con el cúter, los ataques de histeria con
Diédrico y las clases de Volumen hablando de gilipolleces.
Ànims, tu pots.
ResponderEliminar