sábado, 24 de noviembre de 2012

Es mi vida y la paro cuando quiero.


Siento como el tiempo pasa, demasiado rápido para mí. En apenas 30 días estaré a esta misma hora en una mesa comportándome como una señorita y bien vestida deseando feliz navidad a todo el mundo. Apenas una semana más tarde empezando un nuevo año, muy probablemente con las arterias llenas de alcohol y los pulmones de marihuana. En seis meses, graduándome, acabando los estudios en un sitio para, tres meses más tarde, empezarlos en otro diferente y marchándome de esta asquerosa ciudad con gente de pueblo, tomando las riendas de mi vida.

Remitiendo a una metáfora que no sé ni de dónde he sacado pero que, imagino, existirá, la vida es como un tren sin rumbo. En ese tren yo no quiero ir en ningún vagón, ni en el de los ricos ni en el de los pobres, ni en el de los afortunados ni en el de los desdichados, yo quiero ir encima de él, en el tejado, tirada de cualquier manera viendo las nubes, el pelo enredándoseme por el viento, las gafas de sol en los ojos para no cegarme con la visión del sol.

Cuando el tren pase por un puente agacharé la cabeza, pero luego la volveré a levantar; no quisiera perderme el atardecer después de todo un día mirando las nubes.

"Perquè vull, perquè tinc ganes d'estimar..."

2 comentarios:

  1. Creo que sé de donde te sacaste lo del tren. De tofas formas queda mejor con tus palabras, no rima tanto peeeeeero...llega má xD

    http://www.youtube.com/watch?v=UXPCsft3_4M

    Minuto 1:47

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  2. Marea tenía que ser, les tengo tanto amor que hasta están en mi subconsciente <3 Pero lo único que viene de ahí es la idea del tren, lo demás es cosa mía.

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