No sé. Sencillamente
no sé. No sé qué hago aquí en vez de estar matándome a estudiar, no sé qué hago
con tantas ganas de dormir y tanto café en las venas. Qué demonios, ni siquiera
sé qué hacer con mi vida. Ni sé por qué tengo ganas de comerme a alguien a bocados,
para bien o para mal. No sé por qué no estoy radiante de felicidad, por una vez
tengo motivos para estarlo. No sé por
qué te sigo echando de menos cuando es más que evidente que no es recíproco. No
sé por qué tengo estas enfermizas ganas de salir de esta ciudad que me va
pudriendo poco a poco si lo que me da ganas de romperme no es la ciudad en sí.
No sé por qué ‘la vida ja no balla descalça’, sólo sé que ahora ya no
baila, no puede, tiene los pies llenos de cicatrices que le hacen recordar
viejos viajes en moto para comprar helados. No sé por qué me he puesto tan
melodramática si deberían estar volando hostias. No sé cuándo me he vuelto tan
melodramática. No sé qué hacen saliendo de tu boca malas excusas, burdas,
huecas.
No sé por qué lo
único que me viene a la cabeza cuando pienso en las últimas semanas es esta
canción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario