“— ¡Eh, venga, vamos a hacernos una foto!”
Quién no ha escuchado mil veces esta frase, salir con amigos
y querer tener un recuerdo, que en ese momento no te parece nada del otro
mundo, pero es sorprendente la cantidad de sensaciones que pueden aflorar al
ver dicha foto meses o incluso años después; un simple pedazo de papel con
imágenes de personas más o menos importantes.
Llamadme pesimista, pero no creo que la amistad sea eterna,
tampoco el amor. Éste último se va debilitando con el paso del tiempo, pero
cuando quieres darte cuenta te has acostumbrado a ver cada día la misma cara al
levantarte, no crees poder vivir de otra forma, pero quién no arriesga no gana.
Respecto a la amistad, poco a poco vas perdiendo la confianza. Substituyéndola
sería más exacto; vas dejando de confiar en una persona para pasar a otra, por
lo que la primera pasa a ser un mero “conocido” a pesar de que un día fue
alguien a quien llamaste “amigo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario