domingo, 8 de abril de 2012

Perfección.

¿Qué estoy haciendo con mi vida? Estudio un bachillerato que no conduce a nada, llevo una vida de salir y beber cada finde y de pasar domingos largos y aburridos lamentándome.
No es lo que quiero, no es lo que esperaba. Con casi 17 años pensaba que tendría una vida perfecta, con mi perfecto grupo de amigos, mi perfecto novio, mis perfectas fiestas cada viernes o sábado y mis problemas perfectamente normales sobre si quiero una moto o un móvil nuevo.
Demasiado de película, ¿verdad? Pero la imaginación es lo mío.
Al contrario, me encuentro con mi pequeño grupo de amigos, que no son perfectos, pero como si lo fueran; pero como ya he dicho es pequeño, y cada uno lleva sus propias vidas, cosa que yo también debería hacer y que no hago, me aferro desesperadamente a ellos para no enfrentarme al caos que denomino 'mi vida'. Me encuentro, además, con un padre que no me deja ir ni de aquí a la esquina sin decirme que vuelva pronto que si no vendrá a por mí, pero que a su vez pasa de mí cuando voy haciendo tumbos por los pasillos, yendo hasta arriba de alcohol o hierba; con que esté en casa a la hora le basta, tiene que parecer responsable.
Sé que soy más feliz así que con la vida de película en la que todo es perfecto, porque la perfección es una simple fachada que como tal, jamás dura demasiado.
No dejo de repetir las mismas cosas una y otra vez, pero no pretendo dar pena con esto, sencillamente pienso que si las repito una y otra vez acabaré por creérmelas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario