lunes, 2 de abril de 2012

Vells temps.

Llevo más de media hora intentando concentrarme en lo que estoy haciendo, pero cuando desvío la mirada, sólo por un instante, ya no recuerdo de qué iba, y el reloj marca que han pasado diez minutos, pero a mí me ha parecido sólo un instante.
Mañana recordaré el día de hoy a trompicones, como si hubiera ido demasiado lenta y alguien desde detrás me diera empujones para que avanzara más deprisa; eso explicaría la lentitud del tiempo en algunos momentos y que cuando me descuido la manecilla del reloj marcara una hora o dos más.
Es extraño, porque últimamente me pasa muy a menudo. Al igual que pensar en todas las cosas que he podido hacer y no he hecho. ¿Por qué hace tanto que no voy a la playa? Con lo mucho que me gustaba ir en invierno.
Me he dado cuenta, también, de que al fin puedo mirar atrás. Aunque sea sólo por un momento, puedo recordar.

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